Las cocinas abiertas han ganado protagonismo en los últimos
años y se han convertido en una de las opciones más populares en reformas y
viviendas de nueva construcción. El concepto es sencillo: integrar la cocina
con el salón o el comedor en un solo espacio amplio y conectado.
En este artículo os traemos una lista de pros y contras
para ayudarte a decidir si este tipo de distribución es para ti.
Las ventajas de una cocina abierta
Sensación de amplitud
Una de las mayores ventajas es la percepción del espacio
que se crea. Al eliminar los tabiques y puertas, se crea un ambiente más
luminoso, fluido y amplio, especialmente útil en viviendas pequeñas o con
distribución estrecha.
En cocinas integradas en el salón, la luz natural se reparte
mejor y se gana una sensación de continuidad visual muy agradable.
Espacio más social y conectado
Con una cocina abierta puedes cocinar y seguir charlando
con quien está en el salón, vigilar a los niños o disfrutar de una cena
informal sin aislarte. Es una opción muy valorada en hogares donde se
comparte tiempo en familia o se reciben visitas con frecuencia.
Si te gusta cocinar y ser anfitrión/a, este tipo de
distribución permite estar presente sin dejar de preparar.
Diseño más limpio y moderno
Al eliminar barreras físicas, se favorece una estética más moderna y minimalista. El mobiliario se convierte en parte de la decoración general, y se puede jugar con elementos como islas, penínsulas o muebles bajos que delimitan sin cerrar.
Descubre aquí nuestros diseños de cocinas abiertas a medida.
Más luz natural
Una cocina abierta aprovecha mejor la luz que entra desde el
salón o comedor, que no solo mejora la estética del espacio, sino que también
lo hace más cómodo para cocinar, limpiar y moverse.
Desventajas de una cocina abierta
Olores y humos
Aunque los electrodomésticos actuales son cada vez más
silenciosos y eficientes, una cocina abierta puede permitir que olores de
cocción o vapores lleguen al salón si no cuenta con una buena campana
extractora.
En estos casos, una campana de alto rendimiento y una
correcta ventilación son clave.
Falta de privacidad y ruido
Una cocina abierta expone el espacio de trabajo y también
deja pasar ruidos del lavavajillas, el horno o las conversaciones. Si sueles
tener reuniones, trabajar desde casa, o necesitas momentos de tranquilidad, es
algo para tener en cuenta.
Más necesidad de orden visual
Al estar a la vista, la cocina abierta requiere un mayor esfuerzo por mantener el orden visual. Cualquier encimera con platos o utensilios afecta directamente al conjunto del espacio.
Consulta nuestras soluciones de orden y almacenamiento en cocinas.
Puede limitar la distribución
Abrir una cocina implica perder paredes que podrían
utilizarse para muebles altos, armarios o almacenaje vertical. Esto puede suponer
una reducción del espacio de almacenaje si no se planifica bien el diseño.
¿Y si quiero una cocina abierta… pero con límites?
Existen soluciones intermedias que permiten mantener la
conexión visual y la sensación de amplitud, pero sin renunciar a cierta
independencia:
–
Puertas correderas de cristal
–
Celosías decorativas
–
Paneles móviles o de madera
–
Pareces parciales tipo media altura o con
estanterías abiertas
En VIVOA trabajamos con distintos sistemas para separar sin cerrar
adaptando el diseño a lo que necesitas.
Conclusión: ¿cocina abierta sí o no?
La decisión de abrir la cocina al salón debe tomarte con
base en tu estilo de vida, tus hábitos de consumo y las necesidades
de tu vivienda. Lo ideal es dejarte asesorar por profesionales que valoren
todos los aspectos técnicos y estéticos del espacio.
En VIVOA te ayudamos a diseñar tu cocina a medida, abierta,
cerrada, o con soluciones mixtas, pero siempre pensada para ti.
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